Carta escrita por Carmina D. 19 de agosto de 1939
Querida Sonia,
Te escribo, dejando de lado nuestro rol de colegas, y más bien,
como amiga y confidente. No está bien que te hayas involucrado tan a fondo en
el caso de Lago Rubí, bien sabes que ése sicópata es un hombre hábil, un
desequilibrado que puede atacarte y hacerte daño en el momento menos pensado;
sólo te pido que lo reconsideres, que te des cuenta de la dimensión del
problema, te lo reclama alguien que se preocupa por tu bienestar y que verdaderamente
te estima.
¡Cierra ya ese maldito expediente! No vaya a ser que tu cuerpo acuchillado
ocupe las primeras páginas de los periódicos y tu muerte se convierta en un
espectáculo público.
Tú leal amiga,
Carmina.
Diario de homicidios.
24 de agosto, en la tarde.
Tuve que juagar con abundante agua mis manos, acabo de limpiar el
piso salpicado, ¡esto es lo que me hastía de ser un asesino!, limpiar, barrer,
sepultar…escribir las cartas… ¡es tan tedioso! , pero… son
responsabilidades inevitables…
Es importante obtener una buena recompensa después de trabajar
espinosamente, y debo reconocer, que el pago por mi trabajo, ese placer indescriptible
que brinda la sangre, me hace sentir reconfortado, extasiado.
Esta mañana fue especial, quería hacerlo ya hace tiempo, y el día
llegó, llegó por fin…
Se veía hermosa; dormida en su lecho, soñando, tal vez con los
arrumacos de su amado. Sonreía, con una
risa coqueta, su labio superior se estiraba sutilmente, haciendo que un hoyito
apareciera en su mejilla, respiraba lentamente,
como cada uno de mis pasos por su habitación.
Estuve frente a ella, contemplándola largo rato, adorándola en mi
locura. Me preguntaba, ¿de qué manera habría querido morir?... todos hemos
maquinado alguna vez la forma en que queremos dar el último suspiro. Yo pretendía
que fuera especial, entonces hice que despertara y se horrorizara con mi
presencia.
Apreté el cuchillo,
me aveciné y la tomé por el cuello, suavemente, ¡cuán ansioso me hallaba! ella miraba
con espanto el arma empuñada por mi mano derecha, movía la cabeza en un vaivén
compulsivo, no pudo siquiera gritar, no
hizo nada para defenderse, ni un solo gemido, ni el más leve sonido emanó desde
lo profundo de su turbación; tomé
impulso, y la apuñalé, con fuerza. Sé
que lo disfrutó, fue una pincelada hermosa.
Sentí ternura al cerrar sus ojos claros; y a decir verdad, se
veía mejor muerta que viva, y debo anotar, que me convenía más en el primer
estado. La llevé al lago, a mi lago, allí, en donde el agua se torna del color
de un rubí, ese hermoso lugar donde un
día encontré a Anabel… ¡oh, mi adorado tormento!… la oculté bajo la tierra, en
complicidad de la bruma, adorné su
sepulcro con unas bellas flores, lirios, para ser más exacto, me despedí, y
regresé a casa.
Escribí una carta, e hice que llegara a las manos del grupo de
investigación cuya empresa es mi caza, en ella les decía donde podían encontrar
el cuerpo de Carmina, su colega, les pedí que por favor enviaran una copia a su
prometido y otra a Sonia, es mucho trabajo para un solo hombre, sé que ella va
a estar interesada, estoy seguro de ello.
Se abrió mi apetito, iré a comer algo, hígado cocinado tal vez…
Veremos qué pasa…
Reporte sobre el caso Lago Rubí.
25 de agosto
La desgracia nos ha sorprendido. Ha llegado a nuestras manos una extraña
carta, donde se nos informa la desafortunada muerte de una de nuestras
detectives. El cuerpo de investigación arribó al lugar indicado por el propio
asesino, allí, yacía bajo tierra el cuerpo de nuestra laboriosa compañera.
El crimen fue ejecutado con arma blanca, un golpe certero, letal,
el pecho quedó totalmente desgarrado, no había huella de otro tipo de herida,
ni rastro de forcejeo.
Con este homicidio, ahora son 12 los casos sin resolver, todos teñidos
con el mismo misterio, efectuados al parecer por un mismo asesino.
Para agravar la situación, sabemos
que el homicida conoce muy a fondo a otra de nuestras detectives, la señorita
Sonia Artaud, quien ha estado moviendo fichas para dar con el asesino desde el
momento en que éste cometió el primer crimen relacionado con Lago Rubí; me da
horror pensar que ella pueda llegar a correr la misma suerte de su compañera. No
estamos enfrentando a un malhechor común, es un hombre inteligente y
desafiante, un monstruo sediento, debemos actuar rápido, pero
precavidamente.
¡Dios nos ayude! Queremos que Cese esta ola de violencia y
crueldad.
Firmado por el encargado en jefe, cuerpo investigativo en el caso Lago
Rubí.
Diario de Sonia Artaud,
28 de agosto.
¡Qué mal me siento por la muerte de Carmina!, voy a extrañar mucho
sus concejos, su compañía, era en verdad mi gran amiga.
No fui capaz de verla en el féretro, no quería llevarme esa mala
imagen como último recuerdo de una persona que me enseñó tantas cosas, prefiero
imaginarla sonriendo, como lo hacía cada mañana, saludando a todos sus
camaradas.
Asistió una gran multitud a su funeral, se derramaron muchas
lágrimas, y no solo soy yo quien la va a echar de menos, Ferdinand está
destrozado, ha perdido su gran amor, realmente es una pérdida
irreparable. No sé por qué Carmina corrió con esa suerte, no tenía nada que ver
con el caso del asesino de Lago Rubí , jamás se involucró en nada que
concerniera a ello, y por lo que se, nunca recibió amenazas, ¡es increíble que
hoy no esté con nosotros!
28 de agosto continuación:
Olvide anotar algo que me hizo sentir realmente exaltada, por
algún motivo me sentía incomoda en el cementerio, acosada, como si de lo
lejos alguien me mirara.
Varias veces sentí un frio terrible en las piernas, unas ganas
enormes de esconderme del mundo ¡ahora más que nunca conozco el miedo! esto se
está complicando; sé que el asesino siente interés por mí, va a ser difícil
cerrar los ojos después de lo que ha sucedido.
Si por algún motivo caigo en sus garras…. ¿qué estoy pensando?
Será mejor irme a descansar, de ahora en adelante tendré que esforzarme
más en la investigación, ¡Voy a llegar hasta lo último, te lo prometo amiga!
30 de agosto
Mi muy apreciado Ferdinand,
No quisiera atormentarte y traer a tu memoria la
desafortunada suerte de Carmina, aun así, siento la necesidad de pedir tu ayuda
para lograr aclarar esta enredada situación; Ahora más que nunca temo por mi
vida, necesito de tu colaboración, será gratificante que podamos llevar a
prisión al hombre que tanto daño nos ha hecho.
He hablado con el cuerpo de investigación, y en respuesta de
mi solicitud, me han puesto al mando de 7 investigadores, se ha pagado
una buena cantidad de dinero a los residentes del poblado, para que
trabajen como nuestros informantes, la red esta puesta para atrapar al
criminal, dime si estás dispuesto a vengar la muerte de tu prometida.
Sinceramente,
Sonia.
Diario de observación
30 de agosto. En la noche.
Sonia Artaud es una dama preciosa, solo en ella podría no odiar la
vanidad; me vuelve loco poder sentirla, poder disfrutar de su fragancia, verla
descansando en su cama, ser el hombre que poda su jardín cada 15 o 20
días.
¡Es muy parecida a Anabel! Me hace muy dichoso pensar que mi
dulce amor volvió de la muerte con otro cuerpo, ¡yo lo sabía, sabía que no
podía dejarme solo! Tendrá que aprender a amarme, ella va a querer ser mi
cómplice, tengo pensado enseñarle todo lo que se hacer, sé que no puede
decirme que no.
Lucía encantadora en el funeral de su amiga, un
vestido negro en fino paño engalanaba su indiscutible belleza, se veía
angelical derramando lagrimas por su querida colega, estuve todo el tiempo
a su lado, compartiendo su dolor, sentí la necesidad de hablarle, pero
creí que no era el momento adecuado, a cambio de eso le ofrecí mi pañuelo, lo
recibió de muy buena gana, es una mujer educada y pulcra, como lo era
Anabel, por eso estoy seguro de que son la misma persona.
3 de Septiembre
Apreciado Ferdinand
Me reconforta saber que has decidido unirte al cuerpo de
investigación, voy a dar lo mejor de mi experiencia para que no te arrepientas
de este paso.
Quedaran a tu mando tres detectives, uno de ellos colaborara
exclusivamente en las labores de archivo, y evaluación de pistas, yo por mi
parte, espero poder apoyarte en lo que recurras.
Mañana nace una nueva esperanza, conocemos tus capacidades,
y confiamos ciegamente en tu potencial como cazador de criminales, de nuevo
muchas gracias por darnos tu mano.
Sinceramente,
Sonia.
Diario de homicidios
8 de septiembre
¿Por qué se molestan en seguirme?, si yo mismo tengo
la decencia de aparecer cuando lo precisan, ¿acaso no ven que soy una mente
brillante? ¿No se han dado cuenta de que mi trabajo es limpio, preciso,
perfecto?
¡Me estoy hartando de parecer un…! ¡no voy a ser un trofeo
para nadie!, ni siquiera para Sonia., siento dolor al ver que me quiere
ver muerto, esa no es la clase de amor que quiero que sienta por mí, ha dado
órdenes precisas para que mi muerte sea inevitable.
Sé que es una mujer sagaz, pero no es una buena enemiga para mí;
hizo que rodearan Rio purpura; una vasta cantidad de hombres, que
simulaban ser pueblerinos, hacían rondas día y noche tratando de hallar una
pista que les llevara a mi paradero, en la noche acampaban en una tienda
de considerable tamaño orillándose en la parte más plana delas laderas que se
dejan bañar por las aguas cristalinas de rio purpura; yo estuve al pendiente
de todo; Ferdinand, el hombre que Sonia puso al frente de su cuerpo de
investigación, al mismo que yo deje en la viudez tortuosa, solicito un par de
hombres más para reforzar el equipo de búsqueda ; siempre he Considerado que es
un estúpido; el olor de su colonia no me agrada, sus ojos son falsos,
tiene un bigote de escoba que no resalta con su nariz ,¡ es patético,
todo un payaso!. Al día siguiente llegaron dos hombres que al juzgar por
su apariencia, venían de una región muy lejana a esta, su comportamiento era el
de dos oficiales desmañados que viajan a tierras lejanas para adquirir
experiencia, me hace sentir muy bien que yo , humilde hombre, capte tanta
atención en la región; sin embargo me pareció molesto que invadieran mi
predio, que perturben el descanso de la buena Anabel, ¡no sé por qué no
los ha espantado como hace conmigo, ni siquiera cuando estaba viva la entendía,
mucho menos ahora que es una caja llena de huesos¡. Mujeres, ¿Quién las
soportaría toda una vida? por lo menos ahora no respira, ¡es solo un recuerdo
que me hiere!
Estuve al tanto cada segundo de los pasos que daban para olfatear
mi rastro, ya habían pasado tres días, y ahora el cansancio notablemente se
aferraba a los cuerpos de los buenos hombres; en sus caras ya no se dibujaba
esa convicción que ligaron a sus mentes el primer día, permanecían más tiempo
sentados y arreglando el campamento, que preocupándose por lo que debían, yo no
iba a desperdiciar la oportunidad, quería un poco más, unas horas más de
espera, ellos no imaginaban que yo les había pisado los talones, que yo llenaba
sus frascos con el agua que les servía como sustento cada que la sed les
agobiaba. Muchas veces me sonrieron creyendo que era un pueblerino más,
uno de esos estúpidos que vanagloria el infructuoso trabajo de unas escuetas
hormigas; ya había escrito el guion que narraba sus muertes, no sería un
trabajo limpio y satisfactorio, no sentiría lo mismo desollando un cuerpo
robusto y peludo, no es lo mismo que tragarse el aire de alguna dama.
Por fin llego la noche del tercer día, los extranjeros como
siempre hacían la guardia, la noche era más oscura que de costumbre, sería la
única testigo de un crimen múltiple, ¡Trece hombres debían morir en esa
hondura! doce de manera simple, uno de manera especial; Nadie en esta tierra
infértil conoce mejor Rio purpura que este humilde narrador, eso jugaba a mi
favor, dos forasteros hacían vigilancia mientras los demás gorrones descansaban
de lo que habían descansado mucho, la muerte tocaría a sus puertas, ¡nada
peor que te encuentre descansando!
Nunca había matado con un martillo, no podía imaginar que placer
despertaría en mi carne impenitente, golpear a alguien como si fuese un clavo,
es hermoso cuando se pueden vivir cosas nuevas, la muerte es coqueta, dama
muy seductora…¡un martillo!¡Un martillo! , me logro exaltar, parezco un
niño apasionado, seguiré con mi relato.
Uno de los vigías se dirigió hacia los arbustos que rodeaban el
campamento, pude observar que le gustaban las estrellas, las miraba fijamente
mientras el humo de un cigarro escapaba de su boca, había un brillo
especial en sus ojos, debo aceptar que me arrepiento de haberlo asesinado sin
siquiera darle una carta de presentación, lo tendré presente para la próxima
vez.
El hombre maravillado por la belleza de los astros descuido su
posición, me acerque sigilosamente a él, mi respiración acelero como una
locomotora endemoniada, no existía brida que pudiese detenerme, una risa
se apodero de mis labios, luego apreté los dientes cual si hubiese sido
abofeteado levante el brazo y deje caer el peso de mi ira sobre su cráneo.
Sentí, como algo dentro de la cabeza del sujeto se reventaba, cayó
instantáneamente, otro golpe perfecto, delicado; unos pequeños hilos de sangre
empezaron a nacer de sus fosas, y sus ojos se enfriaron como las noches de
mayo, pero no podía quedarme disfrutando del bello paisaje, el tiempo no
era un amigo para mí, debía actuar con soltura; arrastré el cuerpo hasta la
orilla más cercana, miré su cara pálida por última vez y deje que el oscuro lago
cubriera con sus helados brazos el desafortunado hombre. Entonces di la
vuelta a los mismos arbustos, esos testigos mudos de los crímenes perpetuados
por mis manos, el otro forastero vigilaba cuidadosamente la zona, pero pude
notar que sentía miedo, sabía que la sombra de la parca cabalgaba cual
fantasma, hizo una pequeña ronda y luego regreso al campamento; empezó a sentir
la ausencia de su compañero, miraba de un lado a otro con la esperanza de
volver a verlo, llegue a sentir compasión por él, mejor acabar todo pronto, no
podía ser cruel, y disfrutar del dolor ajeno.
Trate de buscar el momento adecuado para lanzarme sobre él, pero
el hombre no se alejaba lo necesario del campamento, las cosas empezaron a
salir de la manera inesperada, el muy imbécil empezó a llamar a su compañero
afanosamente, haciendo que la demás compañía despertara y saliera del
campamento.
Todos iban armados con fusiles, aun así sabían a quien se
enfrentaban, podía ver en sus ojos el horror que produce el miedo, debo
admitir que mi martillo y yo, también sentimos algo de exaltación, más que
nunca debía actuar de manera inteligente.
Ferdinand ordeno a sus hombres ir en busca de su compañero,
mientras él interrogaba al forastero, y le reclamaba por su negligencia y la
del otro vigía; Yo no podía quedarme a la espera de que me atraparan, la arena
empezó a salirse de mis manos, y por primera vez me sentía como un conejo al
que persigue una jauría de lobos hambrientos.
No había más alternativa que sumergirme en el Rio, el paso
apresurado del consorcio, me obligo a besarme con los labios del desespero,
lentamente me fui hundiendo, y logré camuflarme entre puentes de niebla y
matorrales que adornaban las laderas del cuerpo de agua.
Los hombres caminaban diligentemente por los enlodados
caminos, yo apenas podía distinguir entre sombras y jadeos, gritos
desorientados y un olor a muerte que bailaba por el aire; a pesar de mi fuerte
espíritu, las heladas aguas empezaron a trabar mis extremidades, sentía el
martillo pegado a mis manos, como otro de mis miembros, me sentía ruin por
estar en semejante situación, la madeja se enredaba más y más, como siempre
debía esperar, ¡Morir o Matar!
Recuerdo que empecé a perder el sentido, mis dientes tiritaban,
llevaba largo rato bajo el agua, creí alucinar cuando en la inmensidad
del lago, vi una mujer que se acercaba lentamente. Con vestidos percudidos y
hojas pegadas a la piel, ¡Flotaba como un pétalo entre la tormenta, luego
desapareció despidiéndose con una fea sonrisa! Fue cuestión de tan solo unos
segundos, un cuadro extraño e inoportuno. Sin duda era Anabel, ¡siempre quiere
asustarme, es una niña malcriada!, yo sentí algo de alegría al verla, pero no
soporto que venga a visitarme cuando estoy trabajando, ese no era el momento
para una visita, definitivamente no, estaba perdiendo la fuerza, pero por fin
los hombres se alejaron; iba de salida del incomodo escondite, cuando de
repente la luz casi inerte de una linterna empezó a asomar por entre los
arbustos, tuve que dejar la mitad de mi cuerpo dentro del agua, apreté el
martillo con la mayor convicción, decidido a atacar a quien se hiciera
presente; a lo lejos vi una sombra que se acercaba lentamente, llevando de lado
a lado una linterna, y cargando en los hombros una carabina, entonces volví a
sumergirme en el agua dejando únicamente por fuera la cabeza.
A pesar de lo espeso de la niebla, pude distinguir que la sombra
era de mi muy estimado Ferdinand, a él no lo podía subestimar, mucho menos en
las condiciones en las que yo me encontraba; empezó a observar la zona
lentamente, se movía como una serpiente que busca una enorme rata para saciar
su hambre, se acercó demasiado a la orilla, allí, donde me ocultaba yo,
era como si mi carne fuese un imán, ¡estaba frente a mí, cegado por la niebla,
y ensordecido por el silencio! Llegue a pensar que sabía que yo estaba
allí, pero luego volteo la espalda, ¡sonreí!, los segundos se
convirtieron en horas eternas, el tiempo se detuvo esa noche en Rio purpura; el
pulso de mi corazón acelero frenéticamente, pensé en todas y cada una de
mis víctimas, en Carmina, en Anabel, ¡Todas, Todas! Lancé una de mis manos
hacia sus piernas, cual si fuere la garra de un Oso, logré que cayera al agua y
empezó el bello espectáculo.
Yo sabía que había una docena de hombres buscándome, aun así, la
carne había llegado a mi mesa, debía disfrutarlo, no quiero parecer caprichoso,
pero era un momento especial ,de esos que se viven una sola vez;
Aproveche la ventaja que tenía en el agua, y antes de que
reaccionara y preparara su arma, golpee su rostro con el martillo, era
difícil forcejear estando dentro del rio, mas sin embargo fue otro golpe
certero; uno de sus pómulos quedo destrozado, la carne le colgaba como un
dulce de feria, debo reconocer que jamás dio la batalla por perdida, apretaba
mis brazos tratando de desarmarme, como queriendo que el agua me tragase, pero
le había hecho un daño terrible, Yo tenía la ventaja, él fue a buscarme
pero yo lo encontré primero, con algo de suerte claro está ,pero eso no me
quita el mérito de haber jugado mejor la partida; lo tomé por el cuello e
intente sumergirlo, no fue fácil, Ferdinand tenía una fuerte convicción,
entonces lo acerque un poco a la ladera; tuve que golpearlo en la cabeza
muchas veces, incontables veces, hasta que ya no tenía ningún sentido golpearlo,
todo el cráneo estaba destrozado, estaba casi muerto, me pregunto cómo pudo
aguantar tantos porrazos, apenas podía parpadear, me miraba con ira,
devastado por el dolor, no soporte su horrible mirada, arroje el martillo al
agua, dejando por fin en libertad mis manos, le di un beso de despedida en la
frente y dejé que el agua se llevara su agonizante cuerpo; suspiré, y deje que
la tranquilidad acariciara mi alma, a pesar de la excitación, no me sentía
físicamente bien, entonces me encomendé a los santos para que nada se cruzara
en mi camino, apresure la marcha y me dirigí ansioso a mi hogar.
Fue una noche prodigiosa, llegue a pensar que el fin de mi carrera
estaba cerca, Salí victorioso pero aún hay mucho por hacer, esto es solo el
comienzo.
Diario de observación
10 de septiembre, en la noche.
He estado bastante enfermo, anoche tuve calentura, alucine
horriblemente; apenas si hoy pude levantarme de la cama, el frio que se
concentró en mi cuerpo está cobrando su parte, me siento débil, y extraño no
tener a alguien que me cuide, esto es lo malo de ser un asesino, de no
tener a nadie que comprenda y comparta mi vida.
¡No soy un hombre débil, pero la tristeza hoy carcome mi corazón!
Ville de August. 13 de septiembre
Mi muy bella y amada Sonia,
Permítame saludarla de la manera más afectiva, no ha pasado
un solo momento desde que la vi, en el que deje de soñarla, Pero últimamente he
notado que su querer es falso, y eso me molesta. No quiero ser descortés, mucho
menos atemorizarla, pero haber hecho que me buscasen para asesinarme, no me
parece justo.
Jamás me he atrevido a tocarle un solo dedo, y aun así Usted ¿Se
comporta como una ramera vieja?; a partir de hoy todo va a cambiar, le
demostrare con pruebas mi más sincero cariño, serán tres dádivas que harán que
se enamore de mí, no se afane de nuevo en buscarme, yo llegare a usted.
En cuanto a Ferdinand no lo sigan buscando, el ahora pertenece al
rio, no me parece cordial que irrumpan su descanso, además no le va agradar ver
como quedo su rostro después de la merienda que le di; recuérdelo como el
hombre que halagaba, créame, no se veía muy bien cuando el río se lo trago.
Espero habitar en su memoria hasta el día de su muerte.
Muy atentamente,
Su más devoto admirador.
Diario de Sonia Artaud
17 de septiembre, en la tarde.
¿Por qué la vida es tan dura conmigo? Las maldiciones no cesan, no
logro aun recuperarme de la conmoción, ni siquiera hemos recuperado el cuerpo
de Ferdinand, y ahora mi pobre mascota, ¡mi dulce gato! Es sorprendido por las
garra de la maldad.
¡Dios mío! ¿A qué clase de enfermo mental me estoy enfrentando?,
no lo soporto más, lo mejor es que cierre este caso, tal vez así, logre
conseguir algo de paz, no fue bueno el que me hayan puesto a la cabeza de
esta investigación, me estoy quedando sola, ¡siento miedo Dios santo, dame
consuelo!
Esta mañana, abrí la puerta del patio trasero, y encontré una
bolsa que de inmediato me pareció extraña, me acerque para ver que había dentro
de ella, y ¡Dios santo! Allí estaba el pobre Donatello, decapitado, grite
espantada, caí de rodillas junto a la bolsa, me sentí fatal, lo único que
pude hacer fue trasbocar, y pedir a un vecino que me ayudara a sacar la
bolsa con el descoyuntado cuerpo.
Esto está mal, será mejor irme lejos, alejarme de esta
maldición, ¡ojala aun tenga tiempo, ojala todo esto sea una pesadilla!
18 de septiembre,
Bella Sonia,
Espero le haya gustado su regalo, era un gatito adorable.
Diario de Sonia Artaud
18 de septiembre, en la tarde
Empiezo a sospechar de todo mundo, ese sicópata se mueve muy cerca
de mí, parece un fantasma, deja notas en mi casa sin que me dé cuenta, sé que
respira en mi nuca, ya siento el olor de las flores, acercándose a mi cuerpo,
¡Perdí!
Reporte sobre el caso purpura
21 de septiembre.
Hemos decidido sacar de la investigación a La señorita Sonia
Artaud, creemos que es lo más conveniente después de todo lo que ha pasado.
Correspondiendo a su petición, le hemos ofrecido tiquetes de viaje
en tren hacia la ciudad de Louri, Allí se le brindara un servicio de seguridad especial,
y aquí estaremos al pendiente de todo para satisfacer cualquiera de sus
necesidades.
Por otra parte hemos decidido tomarnos un tiempo para reabrir la
investigación, todo el equipo de trabajo esta conmocionado con lo que ha
sucedido los últimos días, va a ser difícil empezar de nuevo,
Yo también siento temor por mi vida, y quisiera poder alejarme de
todo, hacer de cuenta, por más cobarde que parezca, que nada ha sucedido
aquí.
Firmado por el jefe del cuerpo investigativo en el caso Purpura.
Diario de Homicidios
22 de septiembre
De nuevo aquí, con la ropa untada de sangre, mi segundo regalo
debía ser especial, algo que en verdad le llegara al corazón, opte por su
hermana menor, una damisela joven que vivía lejos de esta región; decidí ir en
su búsqueda, y afortunadamente logre dar con su casa; allí vivía con una de sus
amigas, en una franja campestre alejada de la civilización, un lugar pequeño
pero bastante agradable.
Me presente como el novio de su hermana Sonia, las jóvenes me
brindaron enseguida su hospitalidad, fueron muy generosas al ofrecerme su casa
y darme de comer. Les dije que estaba en unas pequeñas vacaciones, que
Sonia me había sugerido buscarlas y hacerles una visita, les lleve
algunas fotografías que tenia de ella, y uno que otro cachivache que compre en
el camino.
Salimos a dar un paseo por el campo alto, y estuvimos conversando
largo rato, les dije que Sonia no me había podido acompañar por cuestiones de
su trabajo, ellas sabían que era una mujer muy dedicada a su oficio, y me
hicieron saber que muchas veces se alejó de su familia y en parte la descuido
por darle prioridad a sus expedientes.
En la noche nos fuimos a descansar, luego de contar historias
frente a la chimenea; yo dormiría en uno de los cuartos, y las dos
jóvenes en el otro. Les di las buenas noches agradeciendo su hospitalidad, y me
dirigí hacia mi habitación.
Estuve con los ojos abiertos largo rato, afilando mi cuchillo,
mirando el cielo estrellado y escuchando los perros ladrar; me canse de la
espera, entonces me dirigí hacia el cuarto de las Jóvenes, las observe
por un instante, tome el cuchillo y como en una fiesta de sangre, empecé
a lanzar puñaladas a una y a la otra.
Los gritos fueron leves, casi imperceptibles, las sabanas quedaron
manchadas de rojo, todo fue emotivo.
Me gusta viajar de noche por que es más seguro , me siento más
cómodo, así puedo disfrutar de los paisajes y recordar con más pasión cada
crimen.
La noticia ya debió llegar a Sonia, veremos cómo reacciona, solo
me queda un regalo por entregar.
Reporte sobre el caso Purpura
25 de septiembre
¡De nuevo malas noticias!, nos hemos enterado de un doble crimen
en la región de St.Capetie, lo peor de todo es que una de las victimas resulto
ser la hermana menor de Sonia.
No pudo creerlo cuando se lo contamos, ahora está en un estado de
exaltación y nerviosismo incontrolables, ha sufrido varias recaídas y quiere
salir dela región lo antes posible, no lo creemos conveniente, pues tememos más
que nunca por su seguridad, y su estado anímico es en verdad lamentable.
Junto a los cuerpos lacerados, había una nota que decía “Este es
su segundo regalo, Disfrútelo” definitivamente la maldad no conoce límites, es
que Sonia no asista al funeral de su hermana, pueden empeorar las cosas, aunque
ya nada puede ser peor.
Ese demonio que ha sido nuestra pesadilla, ha causado mas daño del
pensado, parece que esto nunca va a terminar, he decidido que lo mejor es
renunciar a este cargo, no quiero que las próximas víctimas sean mis hijas, ni
mi mujer, ni yo mismo, ¡este es el momento para decir no más!
Firmado por el jefe del cuerpo investigativo en el caso Purpura.
Diario de Sonia Artaud
29 de septiembre
Debo tener la fuerza necesaria para acabar con todo esto, ahora lo
importante es poder escapar, muy lejos de aquí, donde los recuerdos no me
sigan, mañana viajare temprano, tal vez en la distancia pueda encontrar
alivio, tal vez haya una segunda oportunidad para mí.
Diario de observación
29 de septiembre
Sonia ha decidido viajar mañana, sé que ya le entregaron los
tiquetes para que tome el tren de las 5 A.M, quisiera viajar con ella pero
pienso que es arriesgado, será mejor entregarle el ultimo regalo lo antes
posible, debe estarlo esperando, sé que lo ansía; debe ser mañana antes que
quiera largarse, la esperare y le dejare saber quién soy, fue una mujer
especial para mí, tal vez la compare mucho con Anabel, tal vez quise que fuese
un ideal, soñé demasiado.
¡Solo es una mujer ordinaria!, no valió la pena a fin de
cuentas, haberme arriesgado por tan poco; seguiré buscando una mujer igual a
Anabel, pero no aquí, iré a otra región, donde haya un rio grande y hermoso,
con arbustos que dominen al hombre y puentes de niebla en donde pueda caminar
tranquilamente, buscare un lugar donde abunde la serenidad, buscare un
lugar que se parezca a Rio purpura.
Informe del periódico local
8 de octubre
Luego de una semana de exhaustiva búsqueda, las autoridades
locales han dado con el paradero del cuerpo de la señorita Sonia Artaud,
gracias a las labores de rastreo por parte de los sabuesos, se encontró una
fosa donde se hallaba el cuerpo inerte, en un avanzado estado de
descomposición.
Según el informe de los peritos, la mujer murió a causa de una
puñalada certera en el pecho, no se encontraron rastros de una herida
diferente; causa curiosidad, la fotografía de una mujer de impresionante parecido
físico, que se encontró cerca a la víctima, estaba firmada con el nombre
de “Anabel”; el crimen se atribuyó al muy nombrado homicida que sigue
siendo prófugo de la justicia; el cuerpo investigativo encargado del caso “Rio
Purpura” no ha hecho declaraciones acerca de lo ocurrido, el impacto que ha
dejado esta serie de asesinatos en la comunidad investigativa, es
perturbador, nadie quiere hablar de lo que ha sucedido, solo impera la ley del
silencio en esta tierra que un día fue tranquila.
El miedo y la incertidumbre seguirán viviendo con nosotros, día y
noche, desde hoy hasta que seamos viejos; todos los secretos que
conoce Rio Purpura, se contaran como leyendas a nuestros hijos, pero al parecer
nadie jamás va a conocer el nombre, del protagonista de esta historia.